Siguiendo en la búsqueda de conseguir unos pies perfectos, ahora nos referimos al tratamiento con Vitamina C, que es un tratamiento que ayuda a emparejar el tono de la piel y a hidratarla a profundidad. Se lava y exfolia el pie, y a través de un cabezal se ioniza la superficie con vitaminas. Se aplica ácido hialurónico hidratante y se termina con una mascarilla de vitamina C y un masaje con crema hidratante.
Por otra parte también puedes optar por la Reflexología que es un masaje que consiste en presionar toda la zona plantar y dorsal de los pies. El objetivo es activar y tonificar todos los puntos sensibles del cuerpo: desde la cabeza, pasando por la columna vertebral, hasta los órganos vitales. Este método equilibra el funcionamiento fisiológico, mejora considerablemente la circulación sanguínea y relaja los impulsos nerviosos.
Y por último tenemos la Hidratación con parafina, que se realiza con parafina de melaleuca, a partir del aceite del árbol de té, con propiedades refrescantes y purificantes. Primero se enriquece la piel con una crema de colágeno y elastina. Luego sumerge los pies varias veces en la parafina, separando los dedos hasta hidratar toda la zona a ser tratada. Retira tus pies y cúbrete con una toalla o plástico. Después de unos 15 minutos se quitan los envoltorios y la parafina con mucho cuidado y luego se aplica una crema hidratante.
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