moda argentina

La mujer argentina tiene para disfrutar las siguientes tendencias este 2008:

Selectiva-Sofisticada, es la ropa que se hace en sintonía con los códigos tradicionales de elegancia y refinamiento de la mujer que sólo emplea lo exclusivo para marcar tendencia con su propio estilo despojado, sereno y ambivalente, muy Jacqueline Kennedy. La silueta es anatómica, minimalista y racional, pegada al cuerpo -en ciertas ocasiones con cuellos y mangas grandes- pero acentuada en ejes modulares horizontales o verticales y balanceada entre sport y chic, estructurado y fluido, corto y largo, femenino y masculino. La paleta, que no exagera en sus brillos, se plaga de colores fríos, transparentes, neutros y monocromáticos. Es liderada por los blancos muy luminosos, seguidos de ocres, verdes, dorados y tierras pálidos que, a veces, se ven cargados de un resplandor metálico y con los que se tiñen telas de calidad, puras y novedosas.

Dinámica-Urbana es la imagen que se fortalece en el confort y la funcionalidad y está destinada al segmento joven de alma nómade, exploradora. Opta por tintes más fuertes de marrones y verdes, con toques de amarillo o azul Francia y dibujos safaris, "batiks", ‘patchworks’, ‘collages’ aplicados a géneros de imagen natural y acabados tecnológicos. Se intensifica, asimismo, el uso del cuero muy liviano y de las prendas en tejido de punto. La silueta se aleja del cuerpo, aunque acentuada en el talle mediante lazos o cinturón. Se prefieren los escotes amplios y abundan los pantalones jardineros, del tipo ‘cargo’, bermudas o short con proliferación de bolsillos, las calzas ciclistas, babuchas, remeras con cartera y livianos pulóveres XL . Retornan los vestidos camiseros con doble línea de botones, los soleros y las asimetrías para las camisolas y túnicas.

Vibrante-Exuberante, plena de contrastes y explosión de colores, esta imagen parece estar en búsqueda de su identidad a través de un acercamiento al arte primitivo de las culturas afro-cubana, mexicana, asiática. Las influencias son diversas, las referencias coexisten y el exotismo se tiñe de reminiscencias históricas y artísticas. Los tintes fuertes de la selva se combinan con los de las playas luminosas y destellantes. Prevalecen los dibujos "animal print" y los sustentados en el arte ‘pop’, las guardas africanas, los motivos búlgaros, los multicolores y las flores u hojas tropicales gigantes, muchas veces en alianza con rayas. La silueta se cubre con faldas amplias, fruncidas, con volados o drapeados y de largos a la rodilla o el tobillo, polleras-pantalón cortas, jardineros más pantalón, soleros ‘strapless’ o con bretel, vestidos "robe-manteau" o de ruedo irregular tipo pañuelo, túnicas y camisolas de mangas kimono o dolman.