Amigas el rubor tiene el poder de hacerte ver como bruja o como princesa. Por eso, debes elegir bien cual utilizar, y debes saber además cómo utilizarlo. El rubor debe combinar con tu color de piel y con el resto del maquillaje. Esto último es muy importante, pues para que el maquillaje sea un éxito debe existir una coherencia en como pintes los ojos, los labios, la nariz, el cuello y la piel.
Si tu piel es amarillenta o pálida, los rubores naranja dejan una muy buena impresión. Ahora, si tienes de natural la piel sonrojada, debes usar rubores rosados, pero con mucha discreción, pero si tu piel es aceitunada o que tiende al tono cobrizo, los rubores adecuados para ti son los dorados y de la escala de los bronces.
Aparte del color de la piel, debes tomar en cuenta el tipo de piel que tengas. El rubor en crema se recomienda para pieles secas. Así, se hidratará la piel y le dará la luminosidad que le falta.
El rubor en líquido es más apto para las pieles grasas, pues se absorbe más fácilmente, y no se ve brillante ni grasoso.
Aparte del color de la piel, debes tomar en cuenta el tipo de piel que tengas. El rubor en crema se recomienda para pieles secas. Así, se hidratará la piel y le dará la luminosidad que le falta.
El rubor en líquido es más apto para las pieles grasas, pues se absorbe más fácilmente, y no se ve brillante ni grasoso.
Y en lo que se refiere al que viene en polvo, lo puedes aplicar en casi cualquier tipo de piel. aprovechando la variedad de colores que te ofrece este tipo. Debes ponértelo con una brochita. Si es de día, lo más recomendable son tonos neutros y si es de noche, quedan mejor los olores más dramáticos y fuertes.
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