Tener una cara iluminada (que no brillante por el exceso de grasa), dota de un carisma especial a cualquier cara. Para conseguirlo, puedes optar por tratamientos y productos creados para este fin, pero también puedes recurrir a los remedios naturales, más fáciles de conseguir, más baratos y sin ningún añadido.
Para preparar esta mascarilla sólo necesitas una zanahoria rallada, la yema de un huevo y limón. Mezcla todos los ingredientes y aplica la mezcla sobre la cara, dejándola unos minutos. Después, lávate la cara con abundante agua pero sin usar jabón ni cualquier otro limpiador.
Para preparar esta mascarilla sólo necesitas una zanahoria rallada, la yema de un huevo y limón. Mezcla todos los ingredientes y aplica la mezcla sobre la cara, dejándola unos minutos. Después, lávate la cara con abundante agua pero sin usar jabón ni cualquier otro limpiador.
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